Por Pablo Oteisa:

Economista, docente, consultor. Con 39 años este bisnieto de inmigrantes suecos oxigena la política de todo el conurbano, el lugar más hostil de la democracia argentina. Lograron con casi de 45000 votos el corte de boleta más alto de todo el conurbano. E hicieron que en un municipio del conurbano el “invencible” Posse tenga que ocultar que fue el intendente con más corte en contra de todo el País.

A pesar de hacer política en San Isidro -supuestamente un ámbito social más tranquilo y menos violento-, padeció las viejas y malas prácticas políticas. Sufrió los aprietes del poder como muchos en el Gran Buenos Aires. Meses previos a la campaña les robaron dos veces la sede, le robaron en la casa de una concejal Cata Riganti (una de las quintillizas) tras una denuncia de corrupción, y le rayaron adrede el auto a un ex concejal de Posse que hoy los apoya. Durante la campaña les secuestraron cientos de carteles, luego se los robaron, rompieron y hasta pintaron. Durante la elección les robaban sistemáticamente las boletas, o se las escondían tras otras para que no se vean en el cuarto oscuro, hasta les hicieron boletas truchas que debieron advertir en la Justicia Electoral.

Pero ellos siguen en pié como el junco, que se dobla y no sé rompe. En la política local se sospecha que las agresiones vienen por un pacto entre Posse y el peronismo para impedirles crecer. Uno porque le disputan poder entre su propio electorado y son los únicos que podrían ganarle. Los otros porque quedan terceros y eso les impide negociar privilegios del poder con el possismo. Sin dudas este espacio vecinal es el tercero en discordia.

Hacen política a las 7 de la mañana en las Estaciones de Tren y Paradas de Colectivos, porque después cada uno va a sus lugares de trabajo. Suman pasantes jóvenes para que vivan una experiencia electoral y construirles civismo. Ponen carteles voluntariamente en casas que los vecinos ceden, aunque hay denuncias de que Posse se los manda a robar. Inventaron un sistema de delibery de boletas que hasta en Telenoche llamó la atención. Se financian a pulmón. Hay vecinos independientes, pero también simpatizantes radicales, del PRO, del peronismo y de diversas trayectorias. Hay profesionales, clase media, laburantes y ricachones. Todos creen que la política debe dar buenos ejemplos. Sin dudas expresan algo sano, innovador y revolucionario en esta política tan desprestigiada de la Argentina.  

Ya en el 2017 habian quedado en el segundo lugar. Se dijo entonces que el peronismo estaba dividido. Ahora consolidaron esos votos y su candidato, Marcos Hilding Ohlsson (43600 votos) fue por lejos el candidato más votado después de Posse (84600 votos). Lo que empezó como una esperanza para renovar la política de abajo hacia arriba hoy es una realidad.

Para muchos conocedores de la política local son los únicos que realmente podrían ganarle a Posse. El peronismo tradicional, el massismo y el kirchnerismo todos juntos no superaron el 25 %.  El candidato más votado del kirchnerismo fue Gelay (28780 votos)

 Los vecinalistas suman corte mayoritariamente de votantes de Cambiemos. Lograron propinarle a Posse el mayor corte en contra de boletas de la historia (calculan que casi 30000 votos) pero también de todos los espacios. Estiman que más de 8000 votos los recibieron de votantes kirchneristas y después del resto ( Lavagna, Espert, Gomez Centurión y hasta algunos de la izquierda)

Creen que San isidro puede ser una Ciudad Inteligente y puede estar mucho mejor. Proponen que el Intendente atienda en Boulogne y Villa Adelina al menos 3 veces a la semana y que se baje el sueldo a la mitad (gana más de $400 mil mensuales), crear una Oficina Anticorrupción con control vecinal, modernizar los Centros Comerciales para generar inversión y empleo, y un Polo para la Educación y el Conocimiento. Hablan de desarrollo sustentable, quieren bicisendas y promueven un Hospital Veterinario.

Quizas puedan ser un buen ejemplo de lo que necesita la política para recuperar la decencia, el esfuerzo militante con vocación de servicio y la unión de distintos para resolver problemas comunes.

Quizas en octubre puedan mostrar que un grupo de vecinos sin aparatos políticos, vienen en serio a mejorar la política. Dicen que si cada uno que los votó suma un voto más ganan la Intendencia. Si lo logran serán una luz de esperanza política entre tantas frustraciones que vivimos los argentinos.  Los sanisidrenses deben estar agradecidos. Hoy tienen una alternativa a las viejas ofertas políticas tradicionales. Es un caso único en todo el Gran Buenos Aires. Sin dudas merecen ser mirados.