Sábado 27 de Abril de 2024

OPINION

8 de octubre de 2022

EL NEGOCIO DE LA SEGURIDAD ES LA INSEGURIDAD

Carlos Castellano (Coordinador de Repensar San Isidro)

Carlos Castellano (Coordinador de Repensar San Isidro)

La decisión política de seguir siendo cómplice de un sistema ineficiente y corrupto en materia de seguridad es que sigue siendo un gran negocio para unos pocos y un pésimo negocio para la mayoría de los argentinos.

Lo que pasó en el partido de Gimnasia con Boca en La Plata es causal de un mismo
contexto, es el síntoma de una sociedad enferma que solo se queja de forma temerosa, pero nada hace para exigir cambios.

Policías con poca vocación de servicio, malísimos sueldos y beneficios sociales, bajo nivel de formación profesional, malos controles institucionales y un poder político que sigue financiándose por acción u omisión de este sistema hacen un modelo ineficiente y sin vocación de mejorar.

Cualquier dirigente del fútbol argentino sabe del negocio que significan la contratación de policías que exigen los organismos políticos. Sea el Consejo Federal de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos o el APreViDe en la Provincia de Buenos Aires, o el que corresponde en otras Provincias.

De la conversación con cualquier dirigente del futbol surge el gasto importante que
significa la seguridad ante cada partido, que debe pagarla el Club y donde AFA hace aportes para solventarlos.

Dicen los dirigentes del futbol del ascenso que “Hay partidos de la B o C Metropolitanas con más policías contratados que hinchas de los clubes que juegan. Generalmente en cualquier evento no bajan de 10 policías, caso contrario NO PUEDE JUGARSE. Pero luego no hay 10, solo se cuentan 4 ó 5. ¿Y el resto..? Formaron parte de la nómina presentada y que los dirigentes de los clubes firmamos, y que luego se presenta para el cobro de las llamadas horas PolAd (Policia Adicional). Así muchos cobran sin ir a trabajar y de esa forma mejoran sus ingresos mensuales..” dice el dirigente que pide reserva de identidad por temor a represalias.

Esto que es de público conocimiento en el futbol ¿no lo sabe la política? ¿no lo saben los Jueces y Fiscales ? Si lo saben, pero se hacen los boludos. Hay un acuerdo tácito de no meterse con ese negocio porque es una forma de financiar a la poli y que la política no tenga que subirle los sueldos, sino les quita presupuesto para utilizarlo en otras partidas que son mejor negocio político: obras públicas, nombramientos de ñoquis, publicidad, compra de insumos, etc, etc.

Así los políticos compran patrulleros, compran cámaras, chalecos y armas de las que pueden recibir “retornos”, pero no invierten en capacitaciones, sueldos y controles institucionales (¿será porque de ahí cuesta recibir retornos?).
No es “negocio” para la política en Argentina invertir en recursos humanos de calidad, algo esencial en cualquier organización que pretenda ser eficiente. La tecnología, la infraestructura, es importante, pero siempre es complementaria.
El ineficiente manejo del operativo de Gimnasia vs Boca, con los ejemplos de lo que ocurre en decenas de partidos del ascenso, se dá casi cotidianamente. La diferencia es que al no haber conflicto, no se vé.
En unos días esta noticia dejará ya de serlo. Nadie más vuelve a preocuparse del tema de la inseguridad en las canchas. Hasta que aparezca un nuevo hecho. ¿Por qué? Porque aparece el “negocio” de los que venden seguridad. Pondrán más cámaras en los estadios y cercanías, exigirán más cantidad de policías, crearan un sistema de control de entradas con alguna empresa tecnológica que deje algo a la política.

Podrán ser empresas de menganito o de ¿Montoto?
Mientras tanto los policías -como recurso fundamental de las políticas de prevención, seguirán mal formados, mal capacitados, con bajos salarios, a pesar de ser quienes deben cuidarnos y quienes a diario exponen sus vidas.
Sin una fuerza policial de excelencia nunca habrá buenos niveles de seguridad. Pero para esta política de los réditos inmediatos, eso lleva tiempo y no deja rápidos réditos económicos o electorales
, la inseguridad seguirá siendo el negocio de unos pocos sin escrúpulos pero que pagamos todos con nuestros impuestos, con el mayor costo de una entrada, y lamentablemente en algunos caso, como el de Cesar Regueiro, el hincha de Gimnasia, con su propia vida.



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