POLITICA
21 de febrero de 2025
LOS SEIS SENADORES RADICALES QUE CAMBIARON EL VOTO PARA NO INVESTIGAR A MILEI

Se trata de los radicales Eduardo Vischi y Mercedes (Corrientes), Mariana Juri (Mendoza), Eduardo Galaretto (Santa Fe), Stella Maris Olalla (Entre Ríos) y Víctor Zimmerman (Chaco).

A medida que crecen las denuncias y demandas millonarias por las consecuencias de la estafa cripto promovida por el presidente Javier Milei, se confirma que el blindaje político a su gestión sigue en pie. En una jugada política que no deja lugar a dudas, seis senadores de la Unión Cívica Radical (UCR) impidieron que la Cámara de Senadores abriera una investigación para esclarecer el papel del mandatario en el escándalo del token $LIBRA. Esta maniobra pone en evidencia el poder de presión que ejerce el Gobierno sobre sus aliados, que no dudaron en dar la espalda a la verdad y la transparencia.
En una increíble vuelta de tuerca, tan solo diez minutos separaron la votación que habilitaba la creación de la comisión investigadora de la que finalmente fue rechazada. Esta maniobra, que dejó en evidencia la debilidad de la oposición interna, surgió desde el propio seno de la UCR, lo que resulta aún más alarmante, pues habla de la falta de independencia y voluntad política de los mismos que deberían estar velando por la transparencia institucional.
El senador radical Pablo Blanco había presentado el proyecto para crear una comisión que investigue el escándalo de $LIBRA, que el presidente promovió durante horas a través de sus redes sociales. Para que la comisión fuera creada, la iniciativa requería 48 votos en dos instancias. En la primera, se obtuvo 53 votos a favor, pero en la segunda votación los números cayeron a 47, con la notable ausencia de los seis senadores radicales que previamente habían apoyado la propuesta.
¿Quiénes fueron los responsables de esta traición a la transparencia? Con apenas diez minutos de diferencia entre ambas votaciones, los senadores radicales que cambiaron su voto fueron Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela, cercanos al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés; Mariana Juri, ligada al mendocino Alfredo Cornejo; Eduardo Galaretto, delfín de Maximiliano Pullaro en Santa Fe; Stella Maris Olalla, aliada de Rogelio Frigerio en Entre Ríos; y Víctor Zimmerman, cercano al chaqueño Leandro Zdero.
El cinismo de los radicales quedó expuesto cuando Zimmerman, uno de los principales responsables de la voltereta, justificó su cambio de voto con un discurso vacío que no convenció a nadie. En sus palabras, su cambio de postura respondía a un “planteo diferente” por parte de otros bloques y a la falta de transparencia en el manejo de la comisión, pero lo cierto es que su voto fue parte de un acuerdo con el Gobierno para frenar la investigación.
El caso de Vischi es el más revelador. Este senador no solo fue coautor del proyecto, sino que también votó a favor de su tratamiento. Sin embargo, tras la presión del Gobierno, dio un giro de 180 grados y votó en contra de su propia iniciativa. Esta traición fue duramente criticada por Martín Lousteau, presidente de la UCR, quien no dudó en señalar la hipocresía de su compañero: "Que explique él por qué presentó un proyecto y después lo votó en contra. Pero no seamos ingenuos. ¿Qué pasó hoy? El Gobierno ejerció una presión monumental", denunció Lousteau, dejando claro que lo ocurrido fue el resultado de una fuerte presión por parte del Ejecutivo para tapar el escándalo de la criptomoneda.
Lo que ocurrió hoy no es solo una muestra de la sumisión del radicalismo al Gobierno, sino también un ataque directo a la transparencia y la rendición de cuentas en la política argentina. En lugar de buscar la verdad y esclarecer las responsabilidades sobre el escándalo de $LIBRA, los mismos que deberían defender la democracia y el sistema de pesos y contrapesos, se pliegan a las presiones de un Ejecutivo que cada vez se aleja más de los principios democráticos. Esta situación no solo mancha la imagen de los senadores que cambiaron su voto, sino que también deja en evidencia la falta de voluntad política para enfrentarse a un gobierno cada vez más autoritario.
FUENTE - EL DESTAPE