Jueves 28 de Marzo de 2024

POLITICA

22 de junio de 2022

SCIOLI, CON EMPRESARIOS: SE CONTROLARÁN “LAS IMPORTACIONES ESPECULATIVAS”

El ministro busca reducir las compras de bienes e insumos al exterior. Las importaciones consumieron este año más de USD 6.000 millones por mes y quieren bajar ese ritmo para que el BCRA sume reservas

El ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, afirmó hoy que en la actual etapa de la economía y del mercado de cambios habrá que “estar muy atentos a que no se realicen importaciones especulativas”, lo que demandará un mayor trabajo de coordinación de su cartera con la Aduana, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Secretaria de Comercio.

Scioli mantuvo esta tarde un breve contacto con la prensa tras la reunión que mantuvo con los directivos de la Confederación Empresaria de la República Argentina (Cgera) encabezados por su presidente, Marcelo Fernández, y como parte de una agenda de encuentros con entidades empresarias en el lanzamiento de su gestión al frente de la cartera de Desarrollo Productivo. También se entrevistó con la Unión Industrial Argentina (UIA).

El exembajador en Brasil destacó su vocación de trabajar coordinadamente con el Ministerio de Agricultura para “unir a la industria y el campo e industrializar la ruralidad”, con el de Infraestructura para mejorar los costos de logística, con el de Desarrollo Social para “reemplazar los planes sociales por empleo genuino” y con el de Educación, para “articular programas para capacitar la demanda del trabajo”.

El ministro también anticipó en el encuentro, con la participación de cien instituciones industriales, que trabajará “con los bancos para que el sistema financiero, a diferencia de lo que pasó en otra época, no sea un contrapeso para los empresarios sino una palanca para el desarrollo”.

Scioli también fue consultado sobre sus declaraciones sobre la existencia de “importaciones especulativas para acumular stock o aprovechar el doble tipo de cambio”.

Al respecto dijo que esto se corrige “trabajando coordinadamente con la Aduana, la AFIP y la Secretaría de Comercio”.

“Cuando hay una brecha de esta características hay que estar muy atentos a que no se realicen importaciones especulativas, que no haya sobrefacturación o subfacturación”, afirmó.

El fin de semana, el ministro aseguró que en la Argentina “no hay cepo. En la actualidad las importaciones son el doble de lo que había en años anteriores. Por eso, el uso criterioso, óptimo, de las reservas, como el monitoreo permanentemente, me parecen un acto de responsabilidad”.

Scioli también destacó el trabajo realizado por su antecesor Matías Kulfas, al señalar que el ministerio tiene “un programa estratégico productivo 2030, programas muy innovadores como el primer empleo de la juventud, apoyo de capacitación a las pymes, o de desarrollo de los parques industriales, por lo cual lo que está en marcha y está andando lo vamos a potenciar”.

“También veremos lo que tengamos que readecuar, con el cambio de la economía en el mundo que nos obliga a tener una plasticidad y a fijar prioridades para consolidar una política de estado que es la reindustrialización del país, más industria argentina, más trabajo, exportando más, trayendo inversiones productivas y buscando sustituir importaciones como se dio en varios sectores”, enfatizó el ministro.

Por su parte, Fernández indicó que las propuestas que Cgera le entregó a Scioli “hablan de la intención del sector industrial de ocuparse de los temas que hoy realmente necesitan las pymes” y a la necesidad de “seguir trabajando en conjunto para beneficio de la producción y del trabajo nacional”.

La entidad pyme presentó una propuesta de trabajo centrada en “la administración de importaciones, la capacitación en oficios donde el sector privado tiene una gran responsabilidad y la creación de comercializadoras de productos argentinos en el exterior, principalmente en Brasil”, explicó al presidente de Cgera.

En relación a la administración del comercio exterior, la Cgera propuso la instrumentación de una declaración jurada cada 30 días de las pymes que necesiten importar insumos o materias primas que no se produzcan en el país, destinadas a la fabricación del producto final y que no superen el 25% de la facturación mensual de la compañía.

La entidad pyme dijo que este mecanismo “dará certidumbre” en materia de importaciones al sector industrial sobre las divisas que requiere.

Por último, Cgera resaltó la experiencia con la Embajada argentina en Brasil que conducía el actual ministro de Desarrollo Productivo, que llevó adelante una investigación para la creación de comercializadoras de productos argentinos en el exterior.

Al respecto, Fernández explicó que “como resultado de ese trabajo, se detalló que gran cantidad de productos argentinos tendrían posibilidades de ingresar al mercado interno brasileño y también al de Paraguay a través de comercializadoras o hubs que actuaran como distribuidores de dichos productos. Tenemos todos los trabajos hechos para incrementar las exportaciones de las pymes nacionales”.

La agenda de Scioli comenzó a las 12.30 con una reunión con el presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), José de Mendiguren. “De Mendiguren es un hombre de gran experiencia al frente del BICE, un banco estratégico para desarrollar con plenitud la industria argentina, potenciar las cadenas de valor y fortalecer a las Pymes con más créditos que impulsen el desarrollo de nuestro aparato productivo”, afirmó Scioli tras el encuentro.

A las 15 mantuvo un encuentro con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, en la sede de la cartera agropecuaria, informaron fuentes oficiales. En este caso, el tema a tratar fue el financiamiento de pymes del sector agropecuario.

El diagnóstico que sobrevuela los despachos oficiales es que en los últimos meses el último endurecimiento del cepo no redujo el ritmo mensual de compras al exterior y que, en ese universo, se filtran importaciones “especulativas”.

El Gobierno considera que el ritmo de importaciones es “insostenible” y busca ajustar controles

Definen de esa manera a aquellas operaciones con el exterior que no se correspondan con el nivel de crecimiento de la actividad que pueda tener determinado sector, o que no tengan como explicación una situación de tipo de cambio real. Una estimación que circula en el mercado y el Gobierno fue realizada por la consultora PxQ del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis y habla de unos USD 10.000 millones en importaciones de este tipo. Al tratarse de un cálculo anual, representaría cerca de un 15% de las importaciones de los últimos doce meses, que superan por poco los USD 70.000 millones.

En el Poder Ejecutivo eligen no validar esa cifra, pero admiten que el ritmo mensual de importaciones resulta insostenible para la dinámica de acumulación de reservas y de política cambiaria que necesita llevar adelante el Gobierno en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

El Gobierno busca moderar el ritmo mensual de importaciones porque considera que los USD 7.500 millones de mayo son “insostenibles” para las necesidades de acumulación de reservas que tiene el BCRA

En el Gobierno también hacen una autocrítica porque esperaban que el último gran ajuste del cepo a las importaciones, que tuvo lugar en marzo con la inclusión de la categoría B dentro del esquema del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), tuviera un efecto disuasorio más pronunciado del que terminó por tener en el ritmo mensual importador. Fue, además, la medida que levantó los cuestionamientos más sonoros del sector privado.

Eso sucedió porque esa nueva categoría dentro del esquema de autorización de importaciones implementó como condición nueva que aquellas empresas que superen determinado límite, estarían obligadas a financiar sus importaciones por un período de al menos 180 días esas operaciones de comercio exterior. Para algunas firmas implicó un proceso de difícil cumplimiento por la necesidad más urgente de determinados insumos para producir.

Según dejaron entrever fuentes oficiales, las medidas no apuntarían a un endurecimiento de las trabas para la compra de dólares para el ahorrista ni para el consumo de dólar tarjeta o turista, que en este último caso ya implicaba una salida pronunciada de divisas para el BCRA. En ese sentido, descartaron un “súper cepo” y aseguraron que buscarán controlar mejor el flujo importaciones.  

FUENTE - AGENCIA DIB



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