Lunes 29 de Abril de 2024

ELECCIONES 2021 🗳

23 de junio de 2021

MANES, LOUSTEAU Y LAS ESQUIRLAS DE LA INTERNA RADICAL.

Pocos partidos políticos sufren los coletazos de las elecciones internas como los boinas blancas de la UCR.

Post interna, en reunión del possismo de la Primera Seccion Electoral, hubo pase de facturas. Algunos viejos possistas quisieron pasarle la factura al diputado Walter Carusso, de San Martín, por haberse perdido la interna en la Provincia de Buenos Aires. Pero el Diputado claramente les dijo que la interna se perdió por las malas elecciones de San Isidro, donde esperaban una diferencia de más de 7500 votos y solo lograron 5300 votos, la paliza que Daniel Salvador le dió al possismo en San Fernando, y la poca diferencia de Tigre donde se esperaba mejor elección.

Walter Carusso

Para muchos conocedores de la interna radical Posse no hizo la elección esperada en su propio terruño. Habia abandonado durante mucho tiempo al radicalismo, afilio para sus partidos vecinal y el Provincial que debe mantener, todo eso le restaba capacidad. Todos esos distritos eran responsabilidad directa de possismo duro sanisidrense.

Tambien en el espacio del oficialismo hubo pase de facturas. Tanto para algunos referentes de la Tercera Sección como de la Primera, donde referentes con cargos importantes de legisladores provinciales y partidarios hicieron muy magras elecciones aportando poco al conjunto. A ello se suman las sospechas de “fraude” y traiciones que aún hay en lugares como Moreno.

Paralelamente la gente de Evolución (Martín Lousteau) tiene, desde que terminó la interna, actitudes distintas a las del possismo. Así mientras los que reportan al radicalismo de Capital (Nosiglia, Yacobitti y Lousteau) aceptaron el resultado de la interna, Posse con Carusso y compañía siguieron embarrando la cancha y recurriendo a la Justicia Electoral, donde perdieron en todas
las instancias, con algunos “papelones” jurídicos que los jueces electorales se encargaron de resaltar.

También llama la atención el apoyo de Evolución a la candidatura de Manes, impulsada por gran parte del radicalismo pero fundamentalmente por el oficialismo provincial de Abad y Salvador. Sin dudas la figura del neurocirujano es convocante, disruptiva en política, y puede ser la construcción de un espacio más importante en miras al 2023.

Lousteau, que aspira ser Jefe de Gobierno, necesita un candidato a presidente para el 2023 atractivo y que no necesariamente sea solo Horacio Rodriguez Larreta, con quien tiene un acuerdo y buena relación, pero donde ambos pretenden el Gobierno de CABA.

Martín Lousteau ratificó sus dichos sobre Mauricio Macri y se defendió: "No  todos pensamos igual dentro de Cambiemos" - El Cívico

Martin Lousteau

Manes le va como anillo al dedo si realmente decide jugar a la política y ser un
referente presidencial para el 2023.

 

Preguntas, muchas preguntas.

¿Y Posse? Hoy está amenazando con presentarse en internas. Pero de hacerlo tiene que buscar acuerdo para no poner en riesgo su condado político, San Isidro, que le aporta una caja de 24 mil millones por año, y es el mayor presupuesto municipal de la Argentina. Con esos números puede darse el lujo de mantener poder, gasta miles de millones en publicidad, y sostiene estructuras partidarias en varios municipios.

¿Acordará Posse con Rodriguez Larreta y Santilli? ¿Apoyará a Manes, aunque no le
guste y sea el candidato de sus adversarios internos ? ¿Se animará a salir a disputar
poder en la Provincia de Buenos Aires junto a su amigo Emilio Monzó?

Todo hace pensar que, como siempre, Posse solo buscará no tener competidores en San Isidro para mantener el feudo que, como Gildo Insfran en Formosa, maneja desde hace más de 20 años, y el que espera, de no haber más re re elecciones, ahora herede su hija.

Para el oficialismo radical de Abad y Manes es también una oportunidad de reestructurar sus jugadores, fundamentalmente en el conurbano donde Posse es fuerte. Si quiere no tener que pasar por internas tan parejas y complejas debe fortalecer sus construcciones territoriales en el Gran Buenos Aires, con dirigentes representativos mas allá de una interna Luis Otero en Avellaneda es un buen ejemplo.



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